No quisiera hacer futurología porque eso siempre sale mal. (Ponte tú: que Pinilla era un crack, que Riffo nunca iba a jugar fútbol, que Zamorano era en 5º extranjero del Madrid).
Pero es TAN probable, lógico incluso, que en Buenos Aires nos vaya ahí nomás -entendámonos: no digo pésimo, pero sí volver llenos de dudas y aproblemados- que el 14 de octubre es un día muy importante. Jugamos con Perú el 17, y ahí tenemos la obligación de ganar. Tenemos que sobrevivir a una eventual decepción.
Ojalá ganáramos (y que el viejito pascuero me trajera mi iPod), pero ¿quién nos quitaría el exitismo y la sonrisa boba? ¿La caña? Eso sí que lo puedo firmar: ganar en Argentina -algo que NUNCA HA PASADO- sería garantía que con Perú perdemos.
Qué se puede hacer salvo pasarse películas.
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2 comentarios:
ojalá que salgamos contentos por cómo se jugó... más allá del resultado porque si perdemos jugando mal, como somos de taimaos, nos vamos a las re-chucha. y seguro que perú -con sus buenos jugadores- nos gana, porque ya la ha hecho. si empatamos, jugando bien, lo que yo creo que es posible, es bueno.
porque seamos serios, el equipo argentino es una máquina, así que tengamos fe, pero no ilusiones falsas.
osea, ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.
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